La cirugía de tumores benignos mediante el uso de un haz de luz con capacidad ablativa, es decir, produciendo un corte, es un procedimiento habitual en Dermatología, siendo precisamente el láser la técnica que mejor resultado ofrece frente a la extirpación quirúrgica en bloque mediante sutura o el afeitado y electrodesecación de la base con radiobisturí.
El objetivo de la técnica es la extirpación de lesiones verrucosas de la familia de los nevus melanocíticos o lunare, mediante un haz de luz. El procedimiento se realiza habitualmente con chorro de aire frio (Cryozimmer), anestesia tópica y en otras ocasiones con anestesia local y utilizando como medio de corte un haz de luz laser. De esta forma se omite la necesidad de suturar la herida con puntos o la quemadura con electrobisturí y se reduce el riesgo de hiperpigmentación, una cicatriz inestética, mancha blanca permanente, cicatriz hipertrófica o queloidea por este motivo.
Contraindicaciones
o Embarazo
o Consumo de fármacos anticoagulantes sin ajuste de dosis.
o Exposición reciente al Sol o rayos UVA, o estar moreno/a.
o Infección activa.
o Mala cicatrización.
Alternativas
Evolución posterior al tratamiento
El procedimiento de formación de una nueva capa de piel tiene unas fases: primero la piel esta inflamada, luego se forma una costra que tarda en caer un tiempo variable siendo lo más frecuente de 7 a 14 días para cara y cuerpo respectivamente. Eliminadas las costras, el lecho de la herida se mostrará sonrosado durante unos días. Hay personas con tendencia a la pigmentación de las heridas. Si ocurriría este suceso, dichas pigmentaciones son reversibles en un tiempo que puede oscilar de pocas semanas a meses. La aparición de manchas blancas permanentes, no es imposible con láser, pero desde luego es mucho menos probable que con crioterapia o cirugía convencional.
Particularidades de los nevus melanocíticos intradérmicos verrucosos (lunares)
Los nevus melanocíticos intradérmicos (lunares verrucosos) suelen tener una porción bajo la piel («raíz»), que se proyecta hacia fuera con el paso de los años. Con la finalidad de intentar no dejar una cicatriz deprimida, mediante esta técnica es posible que la base del lunar quede plana, deprimida, sobreelevada, rosada y/o pigmentada. En otras ocasiones, la parte interna del lunar no tratada puede hacerse protuberante con el paso de los meses o años. No se puede realizar un agujero por debajo del plano de la piel porque existe riesgo de cicatriz deprimida de tipo varicela. Es habitual que, pasadas unas semanas, pueda observarse pigmento (color marrón o negro) en la zona tratada, especialmente en los nevus de color muy oscuro. De ser así, es opcional y habitual que haya que acabar de eliminarse con más sesiones de láser despigmentante o de láser de CO2. Estos procedimientos tienen un coste adicional a su presupuesto inicial.